viernes, 29 de mayo de 2009

Expo 2 UNA NUEVA GENERACION DE CURRICULOS EN LA EDUCACION SUPERIOR CUBANA

El desarrollo paulatino de la educación superior en Cuba han ido conduciendo, gradualmente, a una concepción del diseño curricular basada en la idea de elaborar planes de estudio unificados para las diferentes carreras que se imparten en el país.
Los argumentos principales a favor de esta idea están relacionados con el hecho de que Cuba es un país pequeño en extensión, con un mismo clima, idioma y similares tradiciones culturales.

Principales transformaciones

· El fortalecimiento de la formación básica, desde el modelo de amplio perfil
· Las salidas intermedias
· La reducción de la presencialidad, fundamentalmente de las horas de clase, para favorecer las tareas que refuercen el autoaprendizaje y la autopreparación
· Las transformaciones del proceso de formación con el apoyo de la computación y las TIC
· Las transformaciones en el sistema de evaluación del aprendizaje de los estudiantes, desde un enfoque cualitativo e integrador
· El fortalecimiento de la formación humanística
Perfil amplio y formación básica

El concepto de amplio perfil, es el modelo asumido para la educación superior cubana desde inicios de los años noventa, luego de profundas transformaciones en esta dirección, que permitieron pasar de una estructura de especialidades y especializaciones.
También se ha argumentado que el núcleo fundamental de tal concepción es la formación básica. Es lo que asegura la permanente actualización del graduado, y por tanto lo que garantiza a largo plazo su pertinencia.

Las salidas intermedias

El estudiante está obligado a transitar por todo el currículo para titularse, desde su inicio hasta el final, sin posibilidad de calificación de nivel intermedio.
En el modelo actual está previsto que una carrera, en su devenir, puede ofrecer salidas intermedias que ofrecen una determinada calificación profesional, a partir de la cual el joven puede decidir continuar sus estudios o comenzar a trabajar.

La presencialdad

Estas ideas tratan de plasmarse en los currículos, se ven limitadas severamente por la manera en que se han diseñado las diferentes disciplinas y asignaturas a cursar.
La tendencia que tiene que manifestarse en los currículos es la de reducir esos niveles de presencialidad, sobre todo en lo que respeta a las clases, desde el primer año de estudio. El problema no consiste en disminuir la carga académica total que tiene el estudiante. Se trata de reducir las horas de clase, para que dispongan de más tiempo para desarrollar un proyecto, participar en una investigación, ir a la biblioteca, etc.
Todo eso tiene que ser objeto de diseño en el currículo para que se logren los objetivos propuestos.
La vitalización

El enfoque curricular en relación con estas herramientas estaba centrado en el papel que desempeñaban estas materias como parte de los programas de estudio, con poca participación en las restantes disciplinas. Así, después de cursadas las asignaturas especificas relacionadas con la computación, el currículo no aseguraba que el estudiante ejercitara lo aprendido, ocurriendo que al final de sus estudios resultaran pocas las habilidades que realmente era capaz de emplear en su vida profesional.
El profesor está capacitado para proponer tareas a los estudiantes que impliquen un adecuado dominio de la computación, en correspondencia con el concepto de estrategia curricular ya estudiado.

A través de la Web el profesor logra mantener un contacto sistemático con sus estudiantes y eso, a la vez que contribuye al dominio de los contenidos de cada materia, refuerza la labor educativa. Pero el profesor sigue siendo, en esta concepción, el factor esencial en la labor de formación de los estudiantes. Sin su presencia, tanto física como a través de la Web, no hay educación posible.

La evaluación del aprendizaje

La idea central que se pretende exponer aquí, está relacionada con la necesidad de desarrollar una cultura de trabajo dirigida a lograr que la evaluación transcurra como un elemento consustancial al desarrollo del proceso y orgánicamente vinculada al desempeño profesional; en otras palabras, evaluar al estudiante de modo similar a como actúa en la vida el profesional.
Esto consiste en comprender para que realmente deba ser empleada la evaluación. Si el profesor tiene claro que la función de la evaluación no es solo comprobar la efectividad del proceso, comparando los resultados alcanzados con los objetivos trazados previamente.
La formación humanística

La necesidad de esta formación esta íntimamente ligada al papel que esa ciencia desempeña como instrumento metodológico de carácter esencial, y a la vez como parte importante de una de las cualidades ya mencionadas de lo que la universidad cubana entiende hoy por desempeño profesional integral: una vasta formación humanística.
Se requiere además que en los currículos estén presentes, con más fuerza en otros elementos relacionados con este propósito.

El currículo base

Las comisiones nacionales de carrera, por lo tanto, determinaran centralmente el currículo base de la carrera, que deberá asegurar el enfoque estratégico de la misma y, en consecuencia, el dominio esencial de los modos de actuar profesional. A partir del currículo base y también, como respuesta a los objetivos generales de la carrera, cada universidad decidirá el modo de completar su plan de estudio particular.

De ese modo, unido a los contenidos identificados como estatales en el currículo base, existirán en las diferentes universidades materias que se corresponderán con sus especificidades y que son incorporadas a los currículos. Estas materias pueden ser obligatorias para todos los estudiantes que cursan esa carrera.


No hay comentarios:

Publicar un comentario